Reverendisimo Obispo Auxiliar de Detroit Arturo Cepeda“La Nueva Evangelización nos impulsa a continuar respondiendo gozosamente al Espíritu que nunca cesa de estimular nuestras comunidades a la conversión.  El llamado a celebrar y proclamar el Evangelio a todas estas comunidades se encuentra en el corazón del ministerio creativo de la Federación de Institutos Pastorales (FIP).  Con años de experiencia Hispana, la Federación seguirá respondiendo a los retos del mundo de hoy  y continuará sirviendo mediante su excelente contribución a la formación en los ámbitos académico, ministerial, y de fe, para nuestras comunidades y más allá de ellas.”

-Obispo Arturo Cepeda

El Futuro Hispano de la Iglesia Católica en Estados Unidos

FIP President’s Note:
By Reynaldo Montemayor Jr. PhL.
Presidente de la FIP
Director del Instituto Pastoral- Diócesis de Laredo (TX)

03 de mayo de 2014

Hoy vemos un Boom Latino evidente en los Estados Unidos. Las proyecciones de las ciencias sociales actuales de las futuras demografías en los EE.UU. confirman y prevén que- si ciertos factores se mantienen constantes- los hispanos ya no serán una minoría algún día antes del final del 3er milenio. Los hispanos representan una fuerza cultural considerable y no sólo para la economía y política. ¿Pero serán los hispanos también la fuerza religiosa que necesitamos en los EE.UU.? ¿Serán los hispanos la esperanza prometida para la Iglesia Católica en los EE.UU.?

Creo que les puedo hablar desde el futuro, ¡casi como un profeta! Mi perspectiva "profética" es desde la Diócesis de Laredo, en la frontera entre Texas y México, ¡con una población alrededor de 95 % de hispanos y 80 % católicos! Esto supera las estadísticas y porcentajes en las archidiócesis altamente hispanas de Los Ángeles y San Antonio, pero con un 30 % de la población católica más o menos respectivamente. Veo las actuales tendencias sociales que apuntan a una futura Iglesia de los Estados Unidos muy parecido a la Iglesia local en mi Diócesis de Laredo en la que la mayoría de las personas son bilingües inglés-español y los que no lo son sólo hablan español 3 a 1 de los que sólo hablan inglés. Todas nuestras parroquias ofrecen misas en español. Hacia el sur de Laredo nuestras misas dominicales son en su mayoría en español, mientras que en el norte de Laredo estas serían en su mayoría en Inglés, aunque nos llegan quejas de que no hay suficientes misas en inglés. En la Diócesis de Laredo no tenemos ministerio "hispano", solo ministerio en inglés y español - aunque el tagalo está en aumento. Mi ministerio con los adultos es principalmente en español, y cuando es en inglés es casi siempre con hispanos, y a veces me pregunto si habría necesidad de crear un ministerio "anglo". Si esto dice algo sobre el futuro del ministerio hispano en nuestro país, podemos aferrarnos a lo que es una necesidad pastoral constante en el ministerio: la formación. ¡Es por eso que creo que nuestra FIP, ahora en su 30 aniversario de perla, aún tiene mucho futuro por delante!

Pero veo un peligro en el Americanismo en que la Iglesia Católica en los Estados Unidos agoniza en la actualidad , como argumenta el autor Russel Shaw. El Americanismo, condenado por el Papa León XIII en Testem Benevolentiae Nostrae , es una ideología modernista acrítica de ciertos principios culturales estadounidenses que tiende a una espiritualidad liberal individualista independiente ( "afirman que tal libertad debería permitirse en la Iglesia, que en cierto sentido disminuida su supervisión y vigilancia, licencia se concediera a los fieles , para que cada quien siguiese con mayor libertad la guía de su propia mente y la tendencia de su propia actividad adecuada.Ellos son de la opinión de que tal libertad tiene su contraparte en la recientemente concedida libertad civil que ahora es el derecho y el fundamento de casi todos los estados seculares."), el ver la libertad como opuesta a la dirección espiritual y los votos religiosos se tradujeron en un liberalismo pastoral que fomentaría una anarquía o autocracia espiritual ( "toda la orientación externa se relega para aquellas almas que están luchando por la perfección cristiana como si fuese algo superfluo o de hecho, inútil en cualquier sentido - el argumento siendo que el Espíritu Santo derrama gracias más ricas y abundantes que antes sobre las almas de los fieles, de tal modo que sin la intervención humana Él los enseña y los guía por medio de un instinto oculto de Él. Sin embargo, es el signo de no poca sobre-confianza el desear medir y determinar el modo de comunicación divina a la humanidad"...), un relativismo doctrinal y una mala entendida “libertad académica” ( "la confusión de la licencia con la libertad, la pasión por el debate y por desprestigiar cualquier asunto que sea posible, el supuesto derecho a tener cualquier opinión que uno quiera sobre cualquier tema y publicarlos por escrito al mundo") , la supresión de doctrinas católicas "impopulares" ("El principio subyacente de estas nuevas opiniones es que, con el fin de atraer más fácilmente a aquellos que disienten de ella, la Iglesia debería moldear sus enseñanzas de modo más acorde al espíritu de la época y relajar un poco su antigua severidad y hacer algunas concesiones a las nuevas opiniones... no sólo en lo que se refiere a las formas de vida, sino también en lo que se refiere a las doctrinas que pertenecen al depósito de la fe"), un humanismo secular ("... encontramos a los amantes de la novedad dándole una importancia indebida a las virtudes naturales, como si estas correspondieran mejor a las costumbres y necesidades de los tiempos y como si teniendo estas como su ropaje el hombre se volviera más listo para actuar y más forzoso en la acción."), y un pragmatismo o activismo espiritual ("Esta sobre-estima de la virtud natural encuentra un método de expresión en la supuesta división de todas las virtudes en activas y pasivas, y se alega que mientras las virtudes pasivas encontraron un mejor lugar en el pasado, nuestra época se caracteriza por las activas. [ ... ] A partir de este desprecio de las virtudes angélicas, erróneamente fichadas como pasivas, el paso fue corto hacia un desprecio de la vida religiosa ..." ), etc. Los peligros del Americanismo prevalecen hoy en día en muchos católicos estadounidenses que se sienten libres para ignorar y desobedecer la fe y la moral católicas y/o de separar su fe privada de su vida pública.

El hecho de que los puntos de vista actuales entre los católicos estadounidenses sobre el aborto como "derecho" de la mujer, el "matrimonio" gay como un "derecho" a la igualdad, y la anticoncepción y la esterilización como un "derecho" redefinido como "asistencia sanitaria" no sean significativamente diferentes a los punto vista de la población en general apunta a las consecuencias lógicas de este Americanismo canceroso en nuestra Iglesia. El Americanismo puede ser culpado por el cierre de muchas iglesias y escuelas católicas en zonas tradicionalmente católicas de los EE.UU. , como en el área de Nueva Inglaterra en la que vemos una implosión del catolicismo anglo-americano.

¿Por qué demasiados católicos norteamericanos están pierdendo la fe católica? ¿Por qué tantos católicos estadounidenses se aferran a opiniones seculares contrarias a la fe? ¿!Y declaran hacerlo con "buena conciencia"? ! Tal vez algún día podamos tener los estudios y las estadísticas para conocer realmente las causas de la situación socio- eclesial que vemos ante nosotros. Aunque el Papa León XIII nos advirtió una cosa: "Que esté lejos de la mente de cualquiera el suprimir, por cualquier motivo cualquier doctrina que se ha transmitido. Tal política tendería más bien a separar a los católicos de la Iglesia antes que traer a los que difieren".

Por otro lado, vemos a los católicos hispanos ocupando las bancas vacías en aquellas iglesias que quedan, y tal vez incluso provocando crecimiento en otras áreas del país. Vemos que los estudios y las proyecciones sociales afirman una creciente población hispana. ¡Muchos obispos de la Iglesia han hablado de la esperanza hispana para la Iglesia en los Estados Unidos! Y vemos que los hispanos son, por lo general católicos, pro-vida, pro-matrimonio, pro-familia, etc., ¡y tienen un gran potencial de ser aquella esperanza tan necesitada! Parece que aquellos de nosotros que hemos descendido y heredado una evangelización europea ahora estámos llamados a devolver el favor a los de ascendencia europea con una nueva evangelización, y no sólo con el estilo latino, pero esperemos que con pasión cristera! ¡Viva Cristo Rey!

Creo que es tan significante que ahora tenemos un papa hispano (¡Viva Papa Francisco!) que está llamando a la Iglesia universal a la misión, ¡a salir a las periferias del mundo para evangelizarlo! Los signos de los tiempos muestran que nuestro reto como católicos hispanos es ser discípulos maduros y conquistadores misioneros de Cristo y de su Iglesia. Debemos tomar nuestro lugar y responsabilidad sin triunfalismo narcisista pero con humildad profética en un país y un mundo que necesita desesperadamente nuevos misioneros para la Nueva Evangelización.

¡Sin embargo, podemos juzgar que los hispanos no están a salvo de la seducción del Americanismo en su búsqueda del sueño americano! Creo que este americanismo también podría llamarse un mexicanismo u otro latino-ismo, si se refiere a un liberalismo egoísta materialista pragmático secularista envuelto en un disfraz nacional o étnico. El Americanismo no es la cultura americana verdadera y buena, pero sólo un disfraz, un disfraz o una máscara engañosa, casi vacía de los valores morales y las virtudes teologales. Nosotros los hispanos debemos ser fieles a nuestra verdadera cultura humana y religiosa rica en valores y virtudes morales y rechazar los antivalores y vicios de l Americanismo que podemos rechazar como gringadas o gringaderas. Un dicho mexicano dice "¡Ay, México! ¡Tan Lejos de Dios y tan cerca de estados unidos!" Me pregunto si este dicho tendrá algo que ver con los peligros del Americanismo.

El Americanismo no tiene nada que ver con ser buenos americanos. Nuestro reto y carisma de los católicos hispanos estadounidenses es afirmar y proponer los mejores elementos de nuestra cultura católica dentro de la cultura prevalente. Si vamos a ser un verdadero signo de esperanza para la Iglesia en América, debemos esforzarnos por mantener y/o recuperar una auténtica identidad católica que está muy entrelazada con nuestra cultura hispana católica heredada. Los católicos hispanos en los EE.UU. no somos inmunes al "americanizarnos" en el mal sentido.

¡Podemos juzgar que los hispanos católicos en general pueden ser muy bien intencionados en el acto de fe, pero muestran un gran desconocimiento general del contenido de la fe! Los hispanos en general no están profundamente evangelizados y carecen de una catequesis fundamental en la fe. Por esto muchos son arrastrados por la cultura secular americana o por las muchas sectas protestantes en este país. Aunque somos una población joven, las estadísticas muestran una pérdida de la fe en las generaciones posteriores. Podemos juzgar que los hispanos por lo general no están haciendo un buen trabajo de transmitir la fe en este contexto americano. Tampoco estamos regalando más vocaciones sacerdotales y religiosas a la Iglesia aquí en los Estados Unidos. Nadie puede dar lo que no tiene, y la fe poco formada y mal informada que transmiten tiende a desaparecer en las futuras generaciones más "americanizadas".

La únicaverdadera  esperanza pastoral para la Iglesia Católica en los Estados Unidos se encuentra en la formación de la fe y del ministerio. Los  católicos en general, y no sólo los hispanos, deben ser formados como discípulos antes de ser enviados a evangelizar, sino también después de ser evangelizados o re- evangelizados deben recibir alguna formación al discipulado. No hay evangelización sin formación y no hay una verdadera formación sin evangelización. Cristo evangeliza y forma a sus primeros discípulos antes de enviarlos a "hacer discípulos" . La formación debe ser evangelizadora a fin de preparar a los agentes de la evangelización. No hay evangelización sin los agentes formados para que esto ocurra . Pero la evangelización debe ser formativa también con el fin de "hacer discípulos", aprendices de Jesús. Podemos juzgar con lo que dice la USCCB en Colaboradores en la Viña que a la raíz de los fracasos y problemas pastorales en la Iglesia está la falta de formación o una formación gravemente descuidada.
Aquí, en la Diócesis de Laredo que propongo como una prefiguración del futuro hispano de la Iglesia Católica en los Estados Unidos, tenemos un gran potencial, pero carecemos de suficientes agentes bien formados para aprovechar realmente nuestro gran potencial. ¡Es frustrante estar en un contexto socio- eclesial en el que 8 de cada 10 residentes de Laredo son católicos y, sin embargo sólo el 1 o 2 de los 8 va a misa dominical! ¡Por lo general, estamos demasiado satisfechos con el status quo! Mi diócesis está en una situación ideal, con un enorme potencial para prevalecer en un gran proyecto diocesano de evangelización puerta a puerta. Lo único que nos detiene podría ser nuestro clericalismo pasivo, y como si el llamado del Papa a salir y evangelizar no tuviese suficiente autoridad. De nuevo, el problema es la formación de los laicos. Pero agonizamos por tener muy pocos clérigos radicalmente comprometidos y prácticamente convencidos de la necesidad épica para la formación pastoral sistemática y organizada para todos los líderes laicos eclesiales. ¡Tomen la Diócesis de Laredo como una advertencia para el futuro! Sin formación no hay visión. No hay una visión sin formación. ¡Sin una visión bien formada no habrá un futuro glorioso de una Iglesia evangelizada, sino más del mismo status quo moderno con meros variantes en el color de la piel y en el acento del idioma!

¿Será el futuro hispano de la Iglesia Católica en los Estados Unidos como la Iglesia local en Los Ángeles o como la Iglesia local en Laredo? El futuro dependerá de todos nuestros esfuerzos presentes en la evangelización y la formación que construyen nuestra Iglesia hacia ese futuro. Debemos tener nuestros ojos fijos en Jesús (cf. Heb. 12,2), mientras trabajamos y oramos-ora et labora- que el Señor construya la casa (cf. Sal. 127,1) con nosotros. Yo no pierdo la esperanza de nuestro futuro cercano en la Diócesis de Laredo y ruego por una renovada pasión por la fe y el ministerio. ¡Estamos tan cerca de encender una propagación de la visión! ¡Ruego que demos el ejemplo de que “sí se puede” tener una Iglesia más evangelizada!

Para que los católicos hispanos seamos una bendición para la Iglesia católica y la sociedad estadounidense debemos crecer en el conocimiento amplio de la fe católica para reavivarnos en ella! Tenemos que combatir la ignorancia religiosa con la formación religiosa y por eso el ministerio de la formación es fundamental para que haya alguna esperanza pastoral para la Iglesia Católica en los Estados Unidos.

Como presidente de nuestra humilde Federación de Institutos Pastorales nacional,  levanto mi voz profética a favor y en apoyo de los que nos dedicamos a la formación en la fe y el ministerio dentro de la Iglesia para declarar y afirmar que para que los católicos hispanos sean la verdadera Esperanza pastoral necesaria para la Iglesia Católica en los Estados Unidos,¡la formación organizada no debe ser ignorada ni descuidada, sino más bien apoyada y reforzada! Los directores de programas e institutos de formación pastoral son verdaderamente "Constructores del presente y el futuro de nuestra Iglesia", como se  titula nuestro manual recientemente publicado. ¡Si la evangelización se trata de hacer discípulos, debemos hacer la formación pastoral organizada una prioridad! ¡Hay que fundar , fortalecer y promover los programas o institutos de formación pastoral organizada a nivel local, diocesano, regional y nacional ! Hay que aprovechar esos programas e institutos de formación y atenderlos como si el presente y el futuro de nuestra Iglesia Católica dependiera de ello con la ayuda del Espíritu Santo.

La Federación de Institutos Pastorales (FIP) se mantiene firme al celebrar su 30 aniversario de perla y como una pequeña perla preciosa escondida para muchos, pero revelada sólo a los pocos colegas en el ministerio de la formación que conocen su valor. ¡Ellos y la FIP representan el ministerio de la formación pastoral que vale el presente y el futuro de nuestra Iglesia Católica!

Que Dios bendiga y nuestro servicio en, a través y con Cristo por su Iglesia Católica. ¡Y que Dios bendiga a América!


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